Bella Ciao, una versión "pulenta pulenta"

viernes, 11 de septiembre de 2009

"y pagarán su culpa los traidores."

9:10 A.M. Radio Magallanes

Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de radio Portales y radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director general de carabineros.
Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza.
La historia es nuestra y la hacen los pueblos.Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista.Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.Estaban comprometidos.
La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse.
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición

jueves, 3 de septiembre de 2009

El "lucarrasquismo" ataca como partido y se defiende como blog



En una muestra más (y van...) de su giro hacia una oposición cerrada contra todo lo que huela a nacional y popular (vbg.: la abierta defensa del "lozanismo" puro y duro) el lucarrasquismo la emprende contra los luchadores sociales comprometidos con el bienestar del pueblo y la grandeza de la patria.

El polígrafo del barrio la República ha sido en esta ocasión el blanco de sus invectivas.

Bajo la apariencia (lobo con piel de cordero) de una pretendida defensa de "valores democráticos", y una "corrección política" más que sospechosa, el lucarrasquismo - transvestido de sensible ante el pretendido "sufrimiento de los humildes" - se despacha contra aquellos que no vacilan en tomar al toro por las astas y enfrentar los graves problemas de La Nación con ánimo constructivo.

Desde esta página, consecuentes en la búsqueda de una solución argentina a los problemas argentinos, no trepidaremos en seguir marcando tanto aciertos como errores, puesto que nuestro único norte es la felicidad del pueblo argentino, tan alejado de un imperialismo como de otro.
Y si para eso debemos decir verdades que no nos harán simpáticos a los ojos de aquellos que hacen de la manipulación de las conciencias su deporte, pues bien: ¡Que así sea!
No por antipáticas nuestras propuestas dejan de ser realistas y necesarias.
Las gritaremos, si es necesario, hasta agotar nuestra voz:
¡NADIE HACE NADA!