Bella Ciao, una versión "pulenta pulenta"

viernes, 16 de octubre de 2009

De imbéciles y estúpidos



Es triste, mis estimados, descubrir que aquello que uno, con todo su corazón, quiere decir y no sabe o puede algún otro ya lo dijo, y mejor.
Peor aún - si cabe - es que esto suceda casi siempre.
Y, como ya alguien dijo: nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Asi que este servidor, asumiendo su triste condición de re-escritor, de polígrafo de retazos robados, aquí y allá, decidió hoy cortar y pegar sin vergüenzas. Robo a mano armada y a cara descubierta, si les place.
Lo que sigue pertenece a Umberto Eco, en "El péndulo de Foucault".
Y si alguien encuentra que estas descripciones se ajustan aproximadamente a la de alguien que conoce...bueno, ya sabe a quién escribirle.
Por último, mis escasos y pacientes seguidores, me apresuro en aclarar que este humilde servidor revista en la segunda de las categorías.
¿O qué pensaban?


"--Ser imbécil ya es más complicado. Es un comportamiento social. El imbécil es el que
habla siempre fuera del vaso.
--¿A qué se refiere?
--Así --apunto el índice hacia su vaso y lo clavó en la barra--. Quiere hablar de lo que hay
en el vaso, pero, esto por aquí, esto por allá, habla fuera. O si prefiere, es el que siempre
mete la pata, el que le pregunta cómo está su bella esposa al individuo que acaba de ser
abandonado por la mujer. ¿Me explico?
--Se explica, conozco a algunos.
--El imbécil está muy solicitado, sobre todo en las reuniones mundanas. Incomoda a
todos, pero les proporciona temas de conversación. En su versión positiva llega a ser
diplomático. Habla fuera del vaso cuando otros han metido la pata, consigue cambiar de
tema Pero a nosotros no nos interesa, no es nunca creativo, trabaja de prestado, de
manera que no presenta manuscritos en las editoriales. El imbécil no dice que el gato
ladra, habla del gato cuando los demás hablan del perro.
(...)

--El imbécil es Murat que pasa revista a sus oficiales y cuando ve a uno, de la Martinica,
recubierto de condecoraciones, va y le pregunta: "Vous etes negre?" Y el otro responde:
"Oui mon genéral!", Murat replica: "Bravo, bravo, continuez!" Y cosas por el estilo.
(...)

--¿Y el estúpido?
--Ah. El estúpido no se equivoca de comportamiento. Se equivoca de razonamiento. Es el
que dice que todos los perros son animales domésticos y todos los perros ladran, pero
que también los gatos son animales domésticos y por tanto ladran. O que todos los
atenienses son mortales, todos los habitantes del Pireo son mortales, de modo que todos
los habitantes del Pireo son atenienses.
--Y lo son.
--Si, pero de pura casualidad. El estúpido incluso puede decir algo correcto, pero por
razones equivocadas."


--
"Los momentos en que somos más libres e iguales en este sistema son aquellos que dedicamos a la consecución de la utopía. El resto del tiempo somos meros esclavos."