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¿Y qué te parece lo que dijo el Pepe Mujica? - preguntó el chaqueño, tomándose una ginebrita.
El polígrafo del Barrio La República se acomodó en la silla, atusándose el bigote, como cada vez que quería indicar que iba a emitir una opinión trascendental.
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Es notable - dijo - ,
yo tendería a pensar que la expresión del "Pepe" es más bien un encomio.
Creo que Cristina se debe haber sentido halagada. Mire, si yo estuviese
a cargo de negociar algo de interés para mi patria - por pequeño que
fuera - me sentiría inmensamente feliz que me recuerden por la dureza y
terquedad con que lo hice. Creo que hasta debería, Cristina, sentirse orgullosa. Dice
Perón en alguna parte que le dijo a Braden que "prefería ser odiado en
EEUU antes que recordado como un hijo de puta en su patria." No sé si
esto fue asi o no (el general nunca permitía que la verdad le arruinara
una anécdota chispeante), pero la "boutade" de Mujica reafirma que -
con aciertos y errores - tenemos un gobierno y una presidenta que pelea
"tercamente" defendiendo lo que cree justo y no afloja.
El polígrafo - se sabe - nunca se destacó por su corrección política...