1) Pacto Social (o como lo apoden)
2) Cancelación con el Club de París
3) Vuelta al FMI, aunque sea por la puerta trasera.
4) Extensión (sí que limitada) de la AUH y Bonus para jubilados con la mínima por decreto.
5) “Terminar con la industria del juicio…”
Conclusión inevitable: giro hacia un "populismo de derecha".
Ahora bien: los tiempos políticos cortos imponen medidas redistribucionistas, se sabe: las elecciones se ganan por izquierda, aunque las llamas de las tensiones inflacionarias inherentes al modelo hoy, nos chamusquen un poco.
En el mediano plazo, sin embargo, se impone relanzar un nuevo ciclo de acumulación, es decir: inversión y ahorro.
Como la generación de riqueza tiene un único origen, que es el trabajo, esto implicará un nuevo paradigma redistributivo: hacia arriba.
Allí, estimo, tropezarán con los límites del capitalismo argento.
Sólo la aplicación de mecanismos políticos intervencionistas que transfieran porciones de la renta diferencial que aún detenta la fracción agro-financiera del capital hacia subsidios a la industria, y acuerdos de reserva de mercado con Brasil, por ejemplo, permitirán morigerar el impacto que las paritarias del 2011 tendrán sobre los niveles salariales.
Como escribí en algún lugar:"...las ciencias tienen su lenguaje, ¡ y su ideología, claro !"
Lo que algunos llaman realpolitik, puede nombrarse como populismo de derecha.
El problema, como dijo Humpty Dumpty, no es el significado de las palabras, sino quién tiene la manija.
Mi tesis, desde hace ya más de una década, es que el capitalismo argento llegó a sus límites en cuanto a su capacidad de desarrollar las fuerzas productivas.
El pulmotor de la devaluación duhaldo-remeslenicovista se sostuvo en marcha merced a un sano intervencionismo. Pero aún la vertiente neo-desarrollista encontró su techo.
La única respuesta que tiene frente a la devaluación en EEUU es a la que apunta Cris, que aprovecha su apoyo "por izquierda", para girar a la derecha.