Un país que el Día de los Derechos Humanos otorga un premio llamado Azucena Villaflor es un país algo mejor.
Si los premiados son un tal Gelman, un tal Ferrari y un tal Freyre, por ejemplo, es un país algo mejor.
Si las relaciones internacionales se asientan sobre estrechar los lazos con nuestros hermanos latinoamericanos, ese país es algo mejor.
Cuando protegemos a nuestros productos y trabajo frente a la importación indiscriminada, ese es un país algo mejor.
Si tenemos el 51 % de YPF, es mejor.
Si los pocos avances de la Ley de SCA ya permiten nuevas radios y canales de televisión, ese es un país mejor.
¿Que podría ser mejor aún? ¡Claro! La lista de lo mejorable, permutable o perfectible es interminable, pero la alternativa real a ese país es la que propone (o, peor aún, oculta) perder incluso esas pocas cosas mejores.
Nunca nadie me convencerá que el camino a lo óptimo pasa por lo peor, soy demasiado elemental en mis razonamientos y no logro entender como eso puede suceder.
Governador bolsonarista do Acre vira réu
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*Por Altamiro Borges*
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Hace 2 horas.
1 comentario:
El gran problema es que pareciera que para seguir mejorando deberia encontrase alguien que pueda superar a Cristina y el horizonte se ve bastante negro con quien Azis denomina la linea Ayre y sol y tambien lo tenes a massita el que puteava a Nestor en la embajada yankee
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