Bella Ciao, una versión "pulenta pulenta"

viernes, 15 de octubre de 2010

Resistencia

Uno de estos dias, me levanto temprano.

Miro por la ventana y me resisto.

Digo, hoy, resisto, o sea,

a ver amigo si me explico:

resisto a los que vienen por mi pellejo,

aguanto los rebencazos que me propinan,

resisto las ganas de mandar todo al carajo,

me visto y resisto, y me voy para el trabajo.

Subo al bondi y resisto, el empujón agrio.

Bajo y camino, y resisto, el frío que me acobarda.

Llego a la fábrica y resisto, a la sirena que me apremia.

Resisto frente a la máquina, me meo y resisto,

a parar la producción me resisto, aguanto ¿Vió?

Las ganas de mandar todo a la mierda, resisto.

El dolor en la espalda, lo resisto. Al dolor,

al grito del capanga, lo resisto. ¿Me explico?

A comer mal y poco y de parado, lo resisto.

A correr por un baño sucio, lo resisto.

Una hora y otra más, las resisto. No sea cosa.

Que la quincena venga flaca, lo resisto.

Espero en la esquina, es de noche y resisto.

Resisto dormirme de parado, sin putear resisto.

Me alquilo y resisto. No me vendo y resisto.

Y asi termino mi dia, lo resisto. Me duermo,

pero antes, como en un sueño, me digo:

Hoy me resisto.

udi, julio de 2008

4 comentarios:

Paola dijo...

Las resistencias nos engrandecen y nos liberan. Porque no sierve tranzar o doblegarse. Besos

Eva Row dijo...

Terrible Udi, ese dolor tan callado que llevan adelante en su vida tantas personas. Yo creo que no resisto, aunque nunca se sabe hasta dónde se adapta el ser humano por necesidad. Muy bello, muy bien escrito, lo gusté.

Mendieta dijo...

Grande Udi. Grande. No sabés como me tocó leerte hoy día.

Udi dijo...

Paola: usté me ayuda, lo sabe, a cada ratito.

Eva: resistimos y nos rebelamos, como y cuando podemos. Gracias por pasar. La verdad, eso que dijo Mendieta de que ahora que estabas en la tele se te iban a subir los humos no es verdad. Un beso.

Mendieta: si esas letras sirvieron aunque sea un poquito a hacerlo sentir mejor, ya tienen su justificación en la vida. Un abrazo