Bella Ciao, una versión "pulenta pulenta"

jueves, 19 de mayo de 2011

El Mañana Efímero


La España de charanga y pandereta,

cerrado y sacristía,

devota de Frascuelo y de María,

de espíritu burlón y de alma quieta,

ha de tener su mármol y su día,

su inefable mañana y su poeta.

El vano ayer engendrará un mañana

vacío y ¡por ventura! pasajero.

Serán un joven lechuzo y tarambana,

un sayón con hechuras de bolero:

a la moda de Francia, realista;

un poco al uso de París, pagano,

y al estilo de España, especialista

en el vicio al alcance de la mano.

Esa España inferior que ora y bosteza,

vieja y tahúr, zaragatera y triste;

esa España inferior que ora y embiste

cuando se digna usar de la cabeza,

aun tendrá luengo parto de varones

amantes de sagradas tradiciones

y de sagradas formas y maneras;

florecerán las barbas apostòlicas,

y otras calvas en otras calaveras

brillarán, venerables y católicas.

El vano ayer engendrará un mañana

vacío y ¡por ventura! pasajero,

la sombra de un lechuzo tarambana,

de un sayón con hechuras de bolero.

El vacuo ayer dará un mañana huero.

Como la náusea de un borracho ahíto

de vino malo, un rojo sol corona

de heces turbias las cumbres de granito;

hay un mañana estomagante escrito

en la tarde pragmática y dulzona.

Mas otra España nace,

la España del cincel y de la maza,

con esa eterna juventud que se hace

del pasado macizo de la raza.

Una España implacable y redentora,

España que alborea

con un hacha en la mano vengadora,

España de la rabia y de la idea.

3 comentarios:

paola dijo...

Hermoso poema, com9o lo que encontramos por acá siempre.
Lástima que para que dejen de prenderle velas a la virgen falta rato!

Udi dijo...

Confiemos en la última estrofa, Paola, gracias por pasar.
beso

Jack Celliers dijo...

Bueno, la idea la estamos esperando todavía...